La Colonia de Puerto Chico, se conforma como barrio de Madrid en la década de los 60, partiendo del Plan Parcial de la Ciudad Parque Aluche. El gran proceso especulativo que se vivió en esa época, no falto de estafas, generó una zona urbana de muy elevada densidad (133 viv./ha, unas 6000 en total), con superficies muy pequeñas (52 m2 útiles) y construidas con materiales e instalaciones de escasa calidad.
A nivel urbano, esta colonia, criticada en su momento por una elevada densidad y escasez de infraestructuras, vio compensada esta carencia, con su situación estratégica junto a la estación de metro y frente al enorme Parque de Aluche, centro de vida, esparcimiento y desahogo vital de todo el barrio.
A nivel arquitectónico, sin embargo, tras más de 40 años de vida, la colonia entera, ha sufrido una degradación constante. Dicha degradación, al contrario de lo que podría suponerse, no se debe a una falta de recursos, dado que, en general, se ha invertido en el mantenimiento y renovación de los materiales e instalaciones originales, sino que es debida principalmente a los siguientes motivos:
- La FALTA DE ESPACIO EN EL INTERIOR DE LAS VIVIENDAS, en contraposición a unas terrazas y tendederos desproporcionadamente grandes, ha provocado la ocupación de éstos con el fin de obtener mayor número de habitaciones. La compartimentación y transformación de los espacios originales de la vivienda ha generado espacios oscuros y mal ventilados en el interior y en la caja de escalera, al bloquearse la iluminación y ventilación con nuevos cerramientos y tabiquerías.
- La DESORGANIZACIÓN, LA AUSENCIA DE REGLAS Y DE CRITERIOS TÉCNICOS a la hora de realizar estas operaciones, provoca la aparición descontrolada de cerramientos de muy diversa índole y a menudo de pésima calidad. Además, la realización de muchos de estos en ladrillo, ha llegado a sobrecargar el borde del voladizo de la terraza. Por otra parte, la imagen urbana de deterioro que se proyecta se encuentra presente en el subconsciente de todas sus gentes.
- La CARENCIA DE ASCENSOR Y LA DIFICULTAD PARA SU INSTALACIÓN, debido a que su implantación supondría la pérdida de parte de la superficie del tendedero, habiéndose transformado en cocina en la mayor parte de los casos, ha generado la escapada de su población originaria. Los inmigrantes de los años 60, matrimonios jóvenes de Extremadura y Castilla principalmente, pensionistas en la actualidad, tienen ahora dificultades en su vida diaria por la no existencia del ascensor. Puerto Chico, se convierte así, en un barrio de fuga o una estación de tránsito, cuyo único atractivo existente son sus precios económicos.
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